El municipio movilizado ante los daños provocados por el temporal que azotó a la ciudad
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Puerto General San Martín, la ciudad donde la tragedia late a la vuelta de cada esquina

A dos semanas del temporal que azotó a la ciudad, innumerable cantidad de columnas en estado crítico amenzan con provocar una tragedia totalmente evitable.

En la ciudad donde durante el 2021 se recaudaron más de 1.000 millones de pesos por la tasa de estacionamiento que paga cada camión que ingresa a las terminales portuarias, sumado a los “aportes voluntarios” que éstas realizan y sin tener en cuenta el resto de tasas e impuestos que terminan en las arcas municipales y que el gobierno de turno maneja a discreción sin rendir cuentas a nadie, los vecinos de Puerto General San Martín parecen librados a su suerte a las propias calamidades de la vida diaria.

Así quedó demostrado durante la pandemia, con un sistema de salud deficiente en todos los aspectos, y tras el violento temporal que se abatió sobre Puerto General San Martín el pasado Domingo 16 de Enero con vientos de 100 km/h. que pusieron en jaque a toda la ciudad.

Cumplidas dos semanas de aquel inusual fenómeno meteorológico, las calles siguen mostrando un panorama más que preocupante.

La rápida respuesta del municipio instantes luego de la tormenta, permitió que con personal propio y colaboradores a lo largo de toda la ciudad se puedieran liberar al tránsito en las principales calles, colapsadas de árboles caídos. Así también llevar asistencia social a una gran cantidad damnificados.

Días después, el intendente Carlos De Grandis agradeció a todo el personal municipal y a los vecinos, que desde el primer momento colaboraron en diversas tareas para tratar de volver lo más rápido posible a la normalidad.

Sin embargo, aún hoy, queda mucho trabajo por hacer y gestiones por realizar para llevar soluciones y garantizar la seguridad de todos los vecinos de la ciudad.

Poste de madera a 45 grados sostenido por los cables en Barrio Fátima.

En una recorrida por los distintos barrios de Puerto General San Martín, principalmente dentro del ejido urbano, se pueden observar gran cantidad de postes y columnas en estado crítico, que atentan contra la seguridad e integridad de todos los habitantes que transitan las calles del distrito puertense en sus rutinas diarias.

La gran mayoría de estas columnas son de madera, deterioradas y totalmente obsoletas por el paso del tiempo y su exposición a factores climático externos como la lluvia, el viento, el sol y la humedad.

Hace décadas que esos postes de madera no deberían estar más.

Al menos en ese punto, nadie gestionó lo suficiente para que todos los postes de madera del tendido eléctrico y de servicios por cable sean reemplazadas por columnas de hormigón.

¿Habrá que esperar a que se produzca una tragedia para tomar cartas en el asunto?

Esperemos que no.

Columnas de madera descansan sobre una humilde vivienda de Barrio Fátima.

Actualmente en los barrios más nuevos de la ciudad, como Néstor Kirchner o La Pedrera, todo el tendido eléctrico se realiza utilizando columnas de hormigón que son mucho más resistentes y soportan mejor el peso del cableado.

Manos a la obra ante la ausencia del estado municipal

Todas las millonarias sumas de dinero invertidas en maquinaria preelectoral y caravanas de inauguraciones realizadas durante el año pasado y destinadas a ganar una elección, parece no tener su correlato en mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad ante situaciones excepcionales.

En barrios como San Sebastián o Fátima, los propios vecinos decidieron tomar las debidas precauciones y apuntalar por su cuenta las columnas inclinadas con la esperanza de que no caigan sobre alguien o sobre su propia vivienda.

Vecinos de Barrio San Sebastián apuntalan columnas para evitar su caída.

Nadie puede hacerse el distraído ante esta situación, ya que no solo hay columnas a punto de caer que perteneces a empresas de telecomunicaciones o a la E.P.E, sino que en muchos casos las que atentan contra la integridad de los vecinos son las columnas de alumbrado público, cuyo mantenimiento depende de la Municipalidad de Puerto General San Martín.

Columna apuntalada por un vecino de Barrio Fátima, con riesgo de caída sobre una vivienda.

La tragedia late en cada esquina de la ciudad

Mientras el Presidente del Honorable Concejo Deliberante, Juan Manuel De Grandis, allana el camino para suceder a su tío Carlos De Grandis al frente del gobierno municipal en las próximas elecciones, haciendo honor a la demagogia heredada y posando en cuanta foto pueda aparecer, la tragedia espera agazapada en cada rincón de la ciudad.

En esquinas como las del Barrio del Sol o Iturralde, con niños jugando a metros y peatones pasando continuamente por el lugar, pesadas columnas de hormigón yacen peligrosamente inclinadas con el riesgo potencial que eso conlleva.

Desde el municipio no se ha tomado siquiera el recaudo de perimetrar la zona para evitar el paso de peatones y vehículos por el lugar.

Poste de hormigón inclinado sobre una esquina de Barrio del Sol.

La seguridad es lo primero

En el ámbito privado, ninguna empresa permitirían que sucedan estas extremas situaciones de inseguridad.

Pero al municipio de Puerto General San Martín parece no importarle demasiado y las pasa por alto, por incapacidad o desidia, poniendo en riesgo la vida de todos.

Poste sostenido por un cartel de señalización en una esquina de Barrio del Sol.

La gente no se merece vivir así, o mejor dicho, se merece vivir mucho mejor.

Subí tu foto y contanos tu experiencia

Para quienes deseen mostrar la situación en su barrio enviando sus propias fotos y contando lo que pasa, pueden enviarnos un mail con el material a info@puertogeneralsanmartin.com.