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Qué se conmemora este 27 de febrero y por qué es una fecha clave para el país

Ese día se creó aquello que nos identifica ante el mundo y a lo que le rendimos homenaje a lo largo de toda la vida.

El 27 de febrero de 1812, el General Manuel Belgrano enarboló por primera vez a orillas del río Paraná nuestra insignia patria, la Bandera Argentina, en las barracas de lo que hoy es la ciudad de Rosario.

Hacia finales de 1811, habían aumentado los ataques españoles contra las costas del Paraná ordenadas por el gobernador español de Montevideo, Pascual Vigodet. Frente a esto el Triunvirato encargó a Manuel Belgrano partir hacia Rosario con un cuerpo de ejército el 24 de enero de 1812. El general Belgrano logró controlar las agresiones españolas e instalar una batería en las barrancas del Paraná, a la que llamó Libertad.

Belgrano solicitó y obtuvo permiso para que sus soldados usaran una escarapela. Por decreto del 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creaba, según el diseño propuesto por Belgrano, una “escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían”.

Belgrano se entusiasmó y le respondió al Triunvirato, anunciándole que el día 23 de febrero de 1812, entregó las escarapelas a sus tropas para que «acaben de confirmar a nuestros enemigos de la firme resolución en que estamos de sostener la independencia de la América». Era uno de los pocos que por aquel entonces se animaba a usar la palabra independencia.

Por el contrario, el Triunvirato, y sobre todo su secretario, Bernardino Rivadavia, estaba preocupado en no disgustar a Gran Bretaña, ahora aliada de España. Gran Bretaña había hecho saber al Triunvirato, a través del embajador en Río, Lord Strangford, que no aprobaría por el momento ningún intento independentista en esta parte del continente

Pero Belgrano seguía empeñado en avanzar en el camino hacia la libertad. El 27 de febrero de 1812, inauguró una nueva batería, a la que llamó «Independencia”.

Belgrano hizo formar a sus tropas frente a una bandera que había cosido doña María Catalina Echeverría, una vecina de Rosario. Tenía los colores de la escarapela y su creador ordenó a sus oficiales y soldados jurarle fidelidad diciendo “Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la independencia y de la Libertad”.

La consagración legal de la actitud tomada por Belgrano, correspondió al Congreso de Tucumán por iniciativa del diputado Juan José Paso. El Decreto, redactado y presentado por el diputado por Charcas, José M. Serrano, fue aprobado en la Sesión del 20 de julio de 1816 de la siguiente forma:

“Elevadas las Provincias Unidas en Sud América al rango de una Nación después de la declaratoria solemne de su independencia, será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca que se ha usado hasta el presente y se usará en lo sucesivo exclusivamente en los Ejércitos, buques y fortalezas, en clase de Bandera menor, ínterin, decretada al término de las presentes discusiones la forma de gobierno más conveniente al territorio, se fijen conforme a ella los jeroglíficos de la Bandera nacional mayor. Comuníquese a quienes corresponda para su publicación.”
Francisco Narciso de Laprida, Presidente. Juan José Paso, Diputado Secretario.

Monumento Nacional a la Bandera en la ciudad de Rosario, Argentina.

El 25 de febrero de 1818, durante el gobierno del Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, se le incorpora el sol incaico en la franja blanca central.

En 1938 el Congreso Nacional sanciona una ley en la que se fija como Día de la Bandera el 20 de Junio, fecha en la que se recuerda el Paso a la Inmortalidad del General Manuel Belgrano.